¿Qué miramos en la valoración nutricional inicial?

Ante todo, cuando alguien pide la Valoración Nutricional Básica, analizamos todos estos parámetros de la persona, según si es hombre, mujer, deportista o no, edad, altura,... porque no es lo mismo un hombre de 100 quilos de constitución grande y fibrado, que uno con hábitos sedentarios, ni una mujer de 70 quilos de 1,80 m de altura o de 1,50 m!

Esta es la Valoración Básica: a partir de aquí, también se deben tener en cuenta las necesidades energéticas de la persona durante el día, ya que quizás con esta valoración objetiva te salen todos los parámetros en márgenes normales, pero no te aportan suficiente energía para vivir tu día, y eso también se debe perfeccionar con la nutrición.

Puede que tengas unos niveles de agua correctos, pero que al llegar a mediodía notas la boca seca, cansancio, dolor de cabeza,... todo esto puede ser consecuencia de que no bebas la suficiente agua PARA TU RITMO DE VIDA, ya que quizás si estás toda la mañana arriba y abajo en una oficina, o detrás de los niños, o haces mucho deporte, te deshidrates más que otros: así otra gente con los mismos niveles de agua que tú pero con menos actividad, tendrá suficiente, pero tú necesites más.

Lo mismo con las proteínas, puede ser que alguien de despacho le aporten suficiente energía las que tiene, si las tiene dentro de unos límites normales, pero que a un médico o enfermero que le toque una guardia toda la noche, no le sean suficientes.

Todo esto, a parte de poder repercutir en los valores numéricos de todos los parámetros explicados, también repercuten en nuestro estado mental y cansancio: por tanto, dolores de cabeza frecuentes, dolores musculares, sensación de fatiga, abúlia (falta de ganas de hacer cosas), pérdida de energía o simplemente sensación de que tu cuerpo no da más de si, pueden ser motivos de consulta nutricional.

SI A LA PERSONA LE PREOCUPA SU SALUD Y SU RITMO DIARIO... ¿QUÉ HACEMOS?

y decide profundizar más en su perfil, y saber qué mejorías podría hacer, se pasa a hacer otra ficha más extensa, dónde se interrogan hábitos alimenticios, patologías que tiene la persona (diabetes, colesterol, migrañas, acidez, gastritis, varices, estrías, fatiga, dolor de articulaciones...), se valora la constitución de la persona en función de los datos de la Valoración Básica y se miden los perímetros de la persona para saber dónde hay la principal localización de la grasa corporal, para estudiar sus proporciones y poder hacer un seguimiento adecuado y minucioso.